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Mostrando entradas de octubre, 2011

Koala

- Desde que ha regresado de Sidney Marcus sufre sonambulismo todas las noches - le digo a Ivonne quitándome las bragas. Me siento en esa silla que me hace sentir terriblemente patosa y me preparo para la ecografía - Llevo tres días sin dormir y no paro de sufrir calambres en las piernas - me quejo molesta. - Baja un poco más el culete Álida. Un poco más... más... ¡Listo! - me dice Ivonne colocando su cabeza entre mis piernas - A parte de los calambres ¿has tenido alguna molestia más en estos días? - me pregunta mientras se coloca los guantes de látex. - Un poco. Me han molestado los ovarios y he tenido más nauseas que de costumbre. He vomitado toda la semana al despertarme. Ahora no puedo soportar para nada el olor de la leche. - No te preocupes, es algo normal. Ya estas en la semana número treinta y seis del embarazo, nos quedan a penas cuatro semanas para ver a esta ricura nacer - me dice sonriente. A Ivonne le encantan los bebés, pero la pobre no consigue quedarse emb

California Dreaming: Orangután penoso y sin escrúpulos.

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  - ¿Piensas espiarme toda la mañana bajo las sábanas reina? - me dice la muy capulla frotándose las tetas con crema delante mía, sentada en una silla de tela negra. La muy cerda me esta dando el espectáculo del siglo y yo aquí más caliente que ninguna. - Si chiquilla. Es que no hay nada mejor que hacer por las mañanas. Pero en seguida termino de acecharte como un ruin voyeur - le digo con una sonrisa lasciva que ella no puede ver. Termina de ponerse crema por todo ese pequeño cuerpo y se calza una bata azul marino de seda. Se cepilla el pelo y se lo recoge en un moño enmarañado, aún con el pelo mojado. Sale del cuarto y cierra la puerta tras ella. Me levanto de la cama de un salto y mi cabeza me hace trizas, pero aún más el ardor que consume mi estómago. Necesito cafeína, mucha cafeína. Pero el café me sienta como una patada en el culo, me pongo imperativa y actúo de forma agresiva. Rebusco en mi bolso como una loca perdida y cojo un piti que me meto en la boca rápidamente. L

El peso de la historia (sobre las espaldas más débiles)

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- Woof, woof, woof… ¿Pero que te ocurre?. ¿A caso me escuchas cuando te hablo?.   Woof, woof, woof. Estoy harta de ser invisible cuando tú lo deseas y luego ser utilizada cuando se te antoja. ¿Es que solo sirvo para traerte las zapatillas cuando vuelves del trabajo cansado?, ¿o para darte cariño cuando te sientes triste y confuso?. Ya me he dado cuenta de que solo soy un trofeo para ti, que te gusta pasear de vez en cuando por la calle y presumir delante de tus amigos. Pero luego las tornas cambian al llegar a casa, y solo soy sometida a burla y desprecio. ¿Pero qué te crees que soy?. - Deja de ladrarme, ¿quieres?. ¡Me estas volviendo loco con tus sandeces!.                                                                        Fuente: Catherine Collart. --------------------------------------------------------------------------------------------------                                                                    Fuente: Carina Gisermann. Señoras, cu

El día que nunca llego

- ¿Quien es esa mujer? - le digo a Rocío señalando a una mujer vestida de verde pistacho que se toma una ginebra a las diez de la mañana, y mira con cierta desesperación hacía la entrada de la cafetería. Me quedo con los ojos clavados en su pequeña espalda y siento, que mi mirada es tan fuerte, que le puedo hacer daño de lo débil que me parece la mujer. - Es Teresa. Es una cliente muy fiel del establecimiento - me dice abriendo el lavavajillas. Me pasa la pila de platos blancos limpios y yo comienzo a secarlos, uno a uno, y a organizarlos en los armarios que tenemos detrás de la barra plateada. - ¿Por que tiene esa mirada?, ¿le ocurre algo a la señora? - la miro con preocupación. Me parece que esta llorando. - Es una larga historia. Hace seis años Teresa conoció a un hombre en esa misma mesa. Un hombre que la dejo completamente prendada. Sonia, la pitonisa que tiene su puesto en el parque Alegre, le predijo que iba a conocer al hombre de sus sueños en la cafetería "

Papel Soldado

- ¿Y por qué no “Papel Mojado”? – me pregunta la reportera apuntándome con el micrófono a la cara con decisión. Él cámara nos apunta con un precario primer plano que va desde nuestra cintura hacía arriba. Estamos enfrente de uno de mis últimos trabajos. - “¿Y por qué no “Papel Mojado”?” – repito con mofa. - ¿Cómo dice? – me pregunta incrédula. Venga sanguijuela no me vengas de Santa ahora, esto te va a venir de perlas para tú revistilla sin importancia. ¿No me digas que no me has preguntado esto para hacerme explotar?. Una pregunta como esa merece una contestación igual o superior. Ya me imagino el titular “Demente pintora agrede verbalmente a una reportera de la prensa local”. Como apesta esto. - ¿Y por qué no Papel húmedo, calado, empapado, chorreante, inundado, rociado, acuoso, bañado, chapoteado, regado, aguado, duchado, salpicado, embebido, impregnado, viscoso, gelatinoso e incluso, sudado?- le contesto ya cabreada con un sin fin de sinónimos que han aparecido en mi

Reach out and touch faith

Más vale tarde que nunca... espero que os guste la tercera parte, y final, de esta entrañable familia. ¡Va por ti petita! ---------------------------------------------------------------------------------------- Irvine y yo hemos vuelto - me digo en voz alta frente al espejo, sin poder creérmelo del todo. Y realmente no creo que este conmigo por que esa simple camarera lo haya rechazado, si no porque he sabido utilizar mis armas de mujer. Una a una, como si de un precioso regalo se trataran, con delicadeza y esmero, he ido utilizando cada una de mis fabulosas habilidades. Si, y lo conseguí, lo engatusé, lo atrapé y lo seduje, y ahora es total y completamente mío . Termino de ponerme el maquillaje y sonrió feliz, verdaderamente feliz. Ahora estoy completa, no necesito nada más. Aunque todos piensen que esto es una mentira, una fachada para salvaguardar nuestra alta reputación, es totalmente cierto. Nos queremos. Irvine ha vuelto a mi lado y es el momento de que vivamos otra luna