- Cuando me dijiste que se te daban mejor los exámenes orales, no me imaginaba lo realmente sincera que estabas siendo conmigo. Creo que mmm... ohhh ohhh... - no puedo terminar la frase, pues me corro en su boca, en un infinito orgasmo, inundando su estrecha garganta. - Gracias - me dice mientras se limpia los restos de semen de sus carnosos labios - Ahora ya tengo matrícula, ¿verdad? - Me dice con ojos tiernos, pero lascivos a la vez. No sabe lo que me pone que me mire con esa cara de inocentona. - Si, pero aun tendremos que aclarar un par de asuntos más. ¿Entiendes, Marlene? - Ella me asiente con la cabeza. Lo que sea por una matricula, ¿verdad zorrilla?. ¿Con cuantos viejos verdes como yo se habrá acostado esta chica?. La levanto del suelo y le bajo las bragas blancas de algodón. Tiene un coño precioso, da ganas de hincarle el diente como un salvaje, hundiéndome en su rebelde bello púbico. Pero me controlo, quiero observarla bien. ¡Woh! que culo que tiene. Se me pone
Es extraño como solo un sueño puede serlo :)
ResponderEliminar