Furtivos

- Ya no quedan espacios libres de contaminación. Cada día aparecen seres más extraños, mutantes radiactivos y monstruos horrorosos. Pero, ¿qué quieres que te diga?, esos elefantes alados alegran mi vista. 

- Cállate y pásame la pistola. ¡Esas alas valen oro, y lo sabes!


Un sordo disparo atraviesa el aire nauseabundo. El elefante brama en el suelo, rodeado de una sangre brillante, verdosa y fluorescente.




Microrelato inspirado de una foto dada por Valencia Escribe 

Comentarios

  1. Realmente encaja con la imagen, este relato, pero no tenias porque matar al pobre animalito jaja

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