Entradas

Mostrando entradas de 2015

Todo empezó

Como si fuera un juego de niñas empezaron a desnudarse. Entre risas inocentes se agarraron de las manos y se sumergieron en el vasto océano. Las algas acariciaban sus piernas y los peces rozaban sus cuerpos. El mar, agitado, meció sus movimientos lúbricos y extasiadas se entregaron a los besos de la naturaleza, las caricias de las olas, la mirada de la luna. Microrelato para el concurso de Diviertesexshop - Microelatos eróticos

La hechicera

Toda su vida fue llamada bruja. Ninguno se atrevió a llevarle la contraria, por miedo a sus conjuros y a la nigromancia. Ninguna se atrevió a hablar con ella, por pavor a que la asociaran a las técnicas mágicas y adivinatorias. Nada silencio su voz, ni las llamas de la hoguera a la que fue enviada hace pocos años. Nadie pudo contra ella, ni hombres ni mujeres.  Microrelato creado para el Concurso de Diversidad Literaria - Ellas

El beso de la muerte

Imagen
Nunca un beso había sido tan dulce ni un sueño tan amargo. Cayó rendido en sus brazos, mientras ella le acunaba en sus brazos. Juntos, partieron a un mundo prohibido, y ahora, la realidad se le escapaba de las manos. Microrelato para el calendario de noviembre de Internacional Microcuentista - Fotografía de  Ivette Guilbert

Demente

Paseaba por la habitación, hambrienta, sin saber dónde estaba ella. Llevaba tres días sin aparecer por la casa. Sentía correr la locura en sus venas. Harta de escuchar sus propios pensamientos, comenzó a maullar en voz alta. Nadie le respondió, ni siquiera esa gata que le miraba desde el espejo. Relato escrito para 50 palabras -  http://www.cincuentapalabras.com/2015/12/demente.html#comment-form

Sábanas blancas

Imagen
Veo esas sábanas y siento tu obsesión por lo blanco, lo pulcro, lo nuevo. Y yo quiero poder manchar mi cama. Beber vino si quiero. Saltar con los pies sucios después de correr por el barro. Odio tu sonrisa de satisfacción cuando sacas la ropa de la lavadora, y todo, todo es blanco en esta casa gris. Incluso tus dientes que relucen con la luz apagada. Me da asco tu contagiosa obsesión. Si cumpliera mis sueños estas sábanas se teñirían de tu enfermiza sangre y todo sería rojo, al fin, un color con vida, un color orgánico, palpitante. Sudo. Comienzas a mirarme mal. Salgo a rastras de la cama, animada por un único motivo. Cuando sientas el frío acero cortando los músculos de tu espalda será demasiado tarde.  Ilustración de Alissa Monks Microrelato para los Viernes Creativos de Escribe Fino

Contra la mujer

Insultos, amenazas, muertes, torturas, vejaciones, humillaciones… ¿Cuándo se acabará este juego macabro de roles? ¿Cuándo dejaremos de ser objetos y seremos sujetos de pleno derecho? El día en que dejen de regalarnos flores por cada paliza, de acallarnos cuando queramos expresarnos y de enterrarnos bajo tierra, habremos conseguido dar un paso hacia delante. Mientras, esta sociedad demuestra su barbarismo machista día a día, marcando la historia con su sed de sangre. 

Rasurando la infancia

No digas tonterías y pásame la cuchilla. Ves, no pasa nada – dice mientras le afeita. Le cede la navaja y este empieza a deslizarla por su rostro. Un grito agudo sale de los pulmones del padre. Su hijo cae redondo sobre sus brazos. De su cuello brota una fuente de sangre, un torrente de vida. 

La rosa

Imagen
Le esperaba en la estación como cuando eran jóvenes y buenos amigos. En ese momento no hacía falta esconderse más. Se amaban y pensaba decirlo en voz alta. Sus pieles cubiertas de arrugas no eran ningún impedimento. La primavera se anunciaba diferente. La rosa, símbolo de superación y ternura.  Microrelato para los Viernes Creativos de Escribe Fino inspirado en una fotografía de Constantine Manos

Tarde de domingo

- ¿Están muertos? - dice con una voz chillona que rompe la calma de una sala sin vida. Entra al comedor temblorosa, dejando que los cafés y güisquis bailen sobre la bandeja. - No es que antes rebosaran vida, ¿verdad? - contesta francamente. Le hace señas, indicándole que le pase su copa. - ¿Crees que es vida estar atado a una hipoteca como Joan? ¿Crees que Marga no sabía que Fernando le era infiel con Josefina? Y Artur... no quiero ni oír hablar de él nunca más - suspira molesto y bebe un trago - Les he hecho un favor. No estaban viviendo nada, solo recreaban una telenovela basura de domingo por la tarde. La vida debe ser vivida, y debe ser vivida bien. Anda Chris, siéntate y nos tomamos una última copita. ¡Ah! y tira todo el pastel de frambuesas, en él estaba la sorpresa. - ¡Pero si tú también has comido! - dice alarmada. - Sí. Yo tampoco he sabido vivir la vida - responde, desplomándose sobre la mesa. Microrelato perteneciente a Buffet Libre - Capítulo "Café y li

El artista

Imagen
Solo su pincel reflejaba la realidad. Sobre el lienzo desnudo dibujaba las alas que salían de su mente. La única escapada para volar de su realidad. Microrelato para el concurso de Internacional Microcuentista - La imagen correspondiente al mes de octubre de 2015 es de  Ari Chávez  (collage) en tabla de skateboard de Vans y fotografía de Iván Fernández.

La espera

Una clase repleta de libros. De personas que no saben leer. Son invidentes de las palabras, soñadores del saber. Tratan de sumergirse en los escritos, pero la oscuridad mancha su vista. Esperan ansiosas la llegada de la maestra, del conocimiento, de la vida. Tarda, sienten que lo han perdido todo.  Microrelato para 50 Palabras

Alevillas

Imagen
Todos los domingos cazaban mariposas sin cesar. Pero esa mañana triste, las presas eran ellos. El verdugo ridiculizo sus ropajes blancos y sus absurdos gorros de aventureros. Primero le quitó la vida al niño. El padre se descompuso en finas lágrimas. El asesino fue preciso. Una obra de arte quiso formar. Padre e hijo fueron mariposas, al menos durante unos instantes, antes de arder. Microrelato para los Viernes Creativos de Escribe Fino - Fotografía de Rodney Smith

Drogas

Aunque todo parecía normal, no lo era. En ese momento él solo podía ver una sala sin luz, un hombre bailando desnudo y una zebra plateada corriendo. La risa se desencadenó, junto a un río de orina por su entrepierna. Microrelato seleccionado para aparecer en la V colección de relatos organizado por ACEN.  

Orgasmo

Mente infiel que juega malas pasadas. Que siente como la encadenas con tus miradas. Le besas, le muerdes, le atas. La sangre bulle, la excitación puro azufre. Tus ojos juegan por toda mi silueta, tu lengua señala inquieta y yo caigo extasiada bajo unas sábanas sucias y olvidadas. Microrelato seleccionado para el II concurso de microrelatos eróticos de Talento Comunicación

El test

- ¿Cuántas películas llevamos vistas? – dice frotándose los ojos seguido de un enorme bostezo que deja entrever su perfecta dentadura. - Ocho… creo – contesta levantándose y estirando las piernas. - ¿Hacemos más café? – dice mientras le mira con suplica y le golpea con un roñoso cojín. - Ok. A este ritmo moriremos sobre el sofá. - ¡Pero por una buena causa! – dice levantándose de un salto con una amplia sonrisa. Nero y Gén van a la cocina y preparan café. Llevan dos termos de litro y medio en el cuerpo. Los parpados pesan, pero siguen con su objetivo. Son ocho las películas vistas, y para esa sesión semanal quedan dos más. Ninguna de las vistas pasa el Test de Bechdel. Llevan dos meses con su estudio. Se dedican, una vez por semana, a ver películas y analizarlas en base a tres preguntas básicas: ¿En la película salen al menos dos personajes femeninos?, ¿Dichos personajes se hablan la una a la otra en algún momento? y ¿Dicha conversación trata de algo que no sea un hombre?

Ella

Le dijeron que no se podía fumar. Así que bajó del autobús, pero antes de ello, le tiró al conductor humo sangriento desde el agujero que se podía ver en su garganta. La traqueotomía era el colgante que decoraba su cuello. Profunda, rojiza y llena de vapor. Yo baje rauda tras de ella. Quería saber quién era esa mujer tan peculiar. Ella no se sorprendió de que la siguiera, todo lo contrario, parecía saberlo. Y así la conocí. Mi musa, mi diva, mi amante. La hemos perdido, pero nunca perderemos su labor, su fuerza y pasión que dejó en vida.  Microrelato para el concurso Focus in Women

Sueños grises

Imagen
En mis sueños siempre aparecía una barca. A veces repleta de pasajeros, otras yacía sola, perdida. De la tranquilidad al sosiego. De la abundancia a la austeridad. Esa barca era mi destino. En el último sueño ya no había mar, ni ríos, ni un mísero charco del que poder beber. Acabé como acabamos todos, varada en un callejón sin salida, como un hámster dando vueltas en la misma rueda toda su vida. Microrelato para el concurso de septiembre de Internacional Microcuentista

Búsqueda

Imagen
Intentando encontrar su reflejo, solo veía a su padre. Todo le daba vueltas desde que lo perdió en ese fatálico accidente de tráfico. Microrelato para los Viernes Creativos de Escribe Fino - Imagen de Bill Domonkos

Derrota

Imagen
Era recurrente como en sus sueños. Un día no lo pudo evitar y quedo atorado en la gatera. La dueña de la casa amputo sus piernas, harta de verlo bailar, normalmente victorioso, delante de su casa con uno de sus sostenes en sus manos. La música se desvanecía en un charco sangriento. Imagen dada por Valencia Escribe

El regalo

Vestido de rayos de sol y la bruma del paisaje estival, apareciste en mi sino agitándolo todo. Sacudiendo mi cuerpo con tus sonrisas nacaradas, meciendo mis palabras con tu corazón rojito y moviendo mis piernas hacia caminos nuevos y deseados. Tú, un regalo lleno de energía, de amor y vida. Relato publicado en 50 palabras -  http://www.cincuentapalabras.com/2015/10/el-regalo.html

Quiero

Imagen
Y me llevan a ciegas a un mundo de placer. Ellas tienen el control, yo soy su presa. Quiero ser devorado por esas mujeres que no puedo ver. Quiero que me golpeen, me aten y me hagan temblar. Dicen que quien entra en esta sala, nunca vuelve a ser el mismo. No me importa, hace tiempo que solo puedo soñar con este momento, con ese lugar. Siento la fría vara metálica rozándome la cara. Comienza la acción. Ardo de deseo. Microrelato para los Viernes Creativos de Escribe Fino. Fotografía de Frédéric Fontenoy 

Viva

Pensé que quizás no volvería a sonreír, pero me equivocaba. Tras la operación todo volvió a su cauce normal. Pase meses muy duros y pude darme cuenta de que no estaba sola y que debía de sentirme orgullosa de poder vivir el presente. Es cierto que hasta que no vemos de cerca la negra capa de la muerte y su guadaña nos roza la cara no sabemos vivir. Siento la adrenalina correr por mis venas, las ganas de comerme el mundo y como palpita mi corazón caliente, regando la cicatriz que cruza mi pecho. Me siento valiente, me siento viva, me siento feliz, y eso es lo que más me importa. Relato seleccionado para aparecer en la antología realizada por Talento Comunicación para el II Concurso de relatos sobre el cáncer de mama

El síndrome de Charles Bonnet

Lo bautizaron como Charles, de apellido Bonnet. Rápidamente su vida se plago de un espiral inmenso de caos. Su visión desgastada, en unos ojos claros y de tierna edad, fueron los causantes de su ingreso en el viejo hospital del condado. Sus pupilas se mostraban ausentes ante lo que acontecía. Su mirada de la vida era distinta y por eso lo tildaron de loco. Sus luceros registraban imágenes que nadie más podía ver, ni los gatos negros que dormitaban en los parques del psiquiátrico. Un día castro a su médico y degolló a una enfermera. En el juicio fue claro, el vio  como un enorme monstruo entraba en su habitación y tuvo que defenderse ante tal barbaridad humana. Cogió unas tijeras y le amputo los tentáculos que colgaban bajo sus piernas. El monstruo cayó rendido al suelo, entre sollozos y alaridos. Entonces entró una sirena, que con sus cantos intento embaucarlo y convertirlo en monstruo, como ese que yacía muerto en el suelo de su mazmorra. Cogió las mismas tijeras con las que había co

Remordimientos

Remordimientos con sabor a azúcar. Brillantes como la causa, fugaces como los astros. A veces dejan marcas en la piel, manchas de vino en unos dientes repletos de palabras sin sentido. Ceniza, polvo, droga, sexo. Solución efímera de algunos problemas. Catarsis de la rutina.

El viaje

Imagen
Intentaba dormir , pero los pasajeros del bus no le daban tregua. Las voces se superponían por encima de sus sueños, de su necesario descanso. Incómoda soñó con torturas, asfixias, mutilaciones… uno a uno, como moscas puñeteras, eran silenciados bajo el manto de su sopor. Su mente, una asesina despiadada. A la hora de llegar a su destino, sus ojos no comprendían lo que estaban viendo. Todos, a excepción del conductor, yacían muertos en sus asientos. El grito de su garganta rajo el cristal de su ventana cuando pudo ver que sus sueños se convirtieron en su peor pesadilla. Microrelato del nº 16 de Valencia Esxcribe. Podéis encontrarlo en la página 3 de la revista: https://www.yumpu.com/es/document/view/53331137/ve-16-septiembrepdf

Retinas cubiertas de carmín

Imagen
Cuando te pedí que rozaras mis ojos con tus labios no pensaba que acabaríamos así. Ahora, desde aquel incidente, debo de llevar un parche donde antes habitaba mi querido lucero. No me importa lo que ocurrió, yo quería que lo tuvieras. Pero me enfada el descaro que tienes, pues veo lo que tu boca quiere, lo que tus labios desean, lo que tu lengua recorre. Quisiera ser yo el objeto de tu ocelo.   Fotografía de Alberto Schommer Microrelato para Escribe Fino - Viernes Creativos

Espionaje

Imagen
Hacerse pasar por un reptil fue más fácil que ser un lindo gato. Trabajaba tranquilo y se evitaba los achuchones de Christoph. Fotografía: Enrique Ramirez - Microrelato para el concurso mensual de Internacional Microcuentista

Zombis

Imagen
En la calle mojada se reflejan las sombras de los zombis de la noche. El aroma de la muerte y de la carne en descomposición guía sus pasos.  Microrelato para el concurso mensual de Internacional Microcuentista - Mes de Julio

Cautiverio

Las mariposas ya no podían volar, los niños les habían arrancado sus alas. Pensaron que si ellos no podían escapar de ese hogar, las mariposas de papá tampoco debían huir. Padre se enojó mucho cuando vio todas sus mariposas muertas, sin color. Los niños ya no podrían ver el sol.  Relato seleccionado para aparecer en 50 palabras

Las fiestas del pueblo

Desde la ordenanza municipal de prohibir los toros en las fiestas de la pequeña localidad manchega, los habitantes del pueblo estaban que trinaban. Ahora habían escuchado del nuevo alcalde que el consumo de carne quedaría vetado. Los lugareños iban a celebrar una nueva festividad ese año. El primer plato estaba servido: Alcalde a la brasa.

Respira el momento

Imagen
Se inicia un viaje, un camino misterioso. Y aquí estoy yo, ansiosa, queriendo volar tras tus pupilas, besar tus sueños, acariciar tus penas y sonreír a la luna. La catarsis se ha iniciado y la zozobra nos golpea, pero no hay nada que nos pare, no hay nada que limite, las ganas de elevarnos hacía los cielos infinitos. Atravesando volcanes, bailando con la lava que palpita en nuestros pechos, bonita y rojita. Quiero atravesar la selva de tus pensamientos, con cuchillos de mantras y vibrantes palabras. Darle sabor a tu vida, que se me antoja divina. Vivir en los árboles, correr en los mares, nadar en las montañas, volar en el fuego. Coge mi mano y andemos, nuestros pies marcaran el ritmo, como maracas que rompen el viento. Que tus risas sean la banda sonora de nuestras vidas y las lágrimas los aguaceros que hidratan nuestras gargantas, que gritan, a pie de guerra, por un nuevo cambio, que nos levanta, nos hace fuertes y nos acoge. Relato recogido en la revista de julio/agost

Presente

Sentado en el suelo no tiene nada más que perder. Solo le queda su colección de miradas, los abrazos que le enamoraban y los besos que nunca le dio. Sonríe con ternura al pasado y desafiante, espera tener el valor de vivir su futuro. Pero ahora solo tiene el presente, y la herida sangra sin césar. Se levanta del frío pavimento, y deja atrás la botella que tenía el veneno para borrar su memoria. Camina hacía el puerto, donde las risas de otros niños le arrancan su corazón. El ahora le mata.   Microrelato presentado al concurso semanal de Cadena Ser - Radio Castellón - Semana 27

Pelo

La barba se extendía rápidamente por todo su cuerpo. Primero fue su cara, deslizándose por su cuello. Pelo salía de sus orejas, nariz e incluso su boca. Pronto se quedó ciego. Pequeños pájaros anidaron dentro de su extraña marejada de cabellos. Su cuerpo, un paraíso de vello salvaje. 

Amistad

El muñeco espera todo el día la llegada de su amiga. Esta tumbado sobre la almohada, mirando el techo, sin saber que hacer. Ocho horas sin ella, sin poder olerla, sentirla, quererla. Lo único que puede hacer es enredarse en pensamientos que le aterran. ¿Y si no vuelve a casa? ¿y si no le abraza esa noche porqué comparte la cama con otro? Llora desconsolado, pues la necesita cerca. Oye ruidos, es ella. Se abalanza sobre la cama, a su lado, y suspira cansada. Ha tenido un día largo. El muñeco la siente cerca pero a su vez muy lejos, demasiado lejos. Extiende sus brazos, pero no llega  ella. Le duele su corazón de felpa. Ella cierra los ojos y respira tranquila. Lo busca a ciegas con sus manos, y lo agarra con delicadeza. Besa sus labios y lo abraza. Lo alza con sus manos y le sonríe con ternura. El muñeco se siente vivo, feliz. Lo lanza y lo recoge varias veces. La habitación se llena de sus risas, carcajadas y bellas sonrisas. Lo coloca en su pecho y le susurra al oído un suave te quie

(En)sueños

Imagen
Explorando el deseo de habitar otras tierras, el gato cogió su auto y partió al ritmo de la aventura. Asustado al principio, quizás algo oxidado, pero finalmente brioso por comenzar su nueva vida. -          ¿Qué hace el gato? - pregunta inquieta. -          Soñar, supongo – dice pasivo sin levantar la mirada del ordenador. -      Ójala todo fuera tan sencillo – dice rascándole el abdomen al gato. Sus quimeras nunca se cumplieron, se evaporaron como el agua que cuece la pasta en este mismo instante y se esfumaron como el humo que tropieza con las aspas del ventilador. -          ¿Qué decías? -          Nada – esconde su cabeza junto a la del gato y besa con sus lágrimas su pelo azabache. La vida no cambia si no lo deseas. Ella intenta sumergirse en los sueños de otro sin querer ver los suyos. 

Milhojas natural

La hojarasca cubre la base de este delicioso pastel, nutriendo la tierra que da vida y crea. El rocío de la mañana entierra las delgadas capas de hojas amarillas, que quedan dispuestas en el bosque como una crujiente alfombra. El fango es la salsa, que da consistencia a la mezcla. Y a veces, en invierno, todo queda espolvoreado por una fina y elegante nieve. Solo queda presentarlo con un ramillete de color verde y unos arándanos salvajes. La naturaleza, en todo su esplendor, un plato para los comensales más briosos.  Microrelato recogido en el libro Buffet Libre en la sección de "Los postres". Libro realizado por el Colectivo de escritoras/es Valencia Escribe

Reminiscencias

¿Por qué interrumpes en mi cabeza constantemente? Te cuelas como una ráfaga de aire por cada grieta de mí ser. Te encuentro paseando por mi cerebro, tocándolo todo, mezclando mis recuerdos. Ahora pienso que te extraño. Que te necesito. Desbarajustas todos mis planes. ¿Cómo has llegado a ser tan importante para mí? Te tumbas sobre mi sesera, ¿esperando qué? No hay reflexión que valga, solo estás ahí, constantemente en mi mente, en mi boca, en mi cuerpo. Has dejado huellas en mis brazos y mis piernas, con cada una de tus agresivas caricias. Luego inundas mi testa con tus imágenes y mi garganta con tu nombre. Cierro los ojos y allí estás tú, sonriendo. Me gustas, no lo puedo remediar, pero por favor, deja de cegarme con tu encanto. Me llevas directa a la locura. ¿Me acompañarás? 

Montaña rusa

- La vida es como una montaña rusa, ¿no crees Adam? Da vueltas, te lleva por distintos caminos, donde ves como pasa el tiempo, rápido y otras veces demasiado lento. Te asustas, te diviertes, pero todo acaba – dice apretando el gatillo sobre su testa. Una mancha sanguinolenta pinta la pulcra pared. 

Confesión

Siempre intento hacer lo correcto. No destacar demasiado, ser buena estudiante, hija, pareja y amiga. Llevar a mi perro a pasear tres veces al día, llamar a mis abuelas de Nueva Zelanda todos los domingos y dar comida en un centro social todos los fines de semana. Me dicen que no cometo riesgos, que soy reservada y tranquila. A veces me llaman muermo. Estoy harta de esta mascara de mujer dócil, buena y apagada. Hoy me tiro a ese, el del final de la barra, con su barbita arreglada y con esa camiseta ajustada color salmón. Mañana ya será otro día y si eso me confieso y listo. Mi madre siempre dice que si me arrepiento de verdad Dios me perdonará. Necesito sentirme viva, y este chupito solo ha hecho que calentar los motores de mi ansiada libertad y locura. El tipo me mira a los ojos, directo y me enseña su adorable sonrisa. Me da a mi que el “arrepentimiento” no llegará de momento, quizás mañana, pero con un traje de remordimientos y resaca. 

La batalla

Todo empezó como una estúpida pelea que desencadenó en una interminable batalla. Los cuerpos nadaron por la arena, colisionando una y otra vez, mostrando su fuerza, valor y espíritu de victoria. Bajo la noche estrellada decidieron poner fin a ese juego de locos, de niños atontados. Uno sobre el otro sustituyeron los bajos golpes y los mordiscos viperinos por caricias y besos, con un único testigo, el mar, que asombrado comenzó a agitar sus olas, fuertes y vibrantes, como sus cuerpos, que sustituyeron sus quejidos por jadeos. 

Partida

Imagen
Y aunque el sol estaba a punto de desplomarse, la niña miraba al cielo, con los ojos cubiertos de lágrimas y una absoluta endereza. La vida se le escapaba y ella no había llegado a ser mayor, a ser como su madre, como su padre, como sus abuelas… no llegó a besar a ese chico que tanto le gustaba, de ojos claros y sonrisa afable, tampoco pudo hacer su ruta en bicicleta con su amiga imaginaria y su gata Cascabel en la cesta. A pesar de tener miedo, una extraña sensación la envolvía. El mundo moría, pero ella sentía que su camino solo hacía que empezar. El sol parecía sonreírle mientras le secaba las lágrimas con rayos de fuego. 

Llamada

Imagen
Lo único que puede hacer es esperar su llamada. El tiempo atraviesa su pecho como aquel cuchillo que le clavaron en el 56. Firme, potente y asesino. Intentaron acabar con él, pero no es tan sencillo. Las fotos del escritorio muestran un matrimonio falso, ponzoñoso y dañino. Él solo puede pensar en poner una fotografía junto a James. Una de tantas. De sus viajes furtivos, de sus escapadas románticas. Una fotografía que revele un amor de verdad, la felicidad, la pura vida. El teléfono suena, al otro lado, un grito, sordo y ensombrecedor, hace que su pecho llore sangre, por esa herida que creía olvidada desde tantos años. James se encuentra muerto al otro lado del auricular.   Fotografía de Christian Pereira Rogel - Internacional microcuentista junio

El buitre vegano del Peñagolosa

No es fácil ser vegano dentro de una panda de carroñeros. Cae muerto un zorro y nosotros vamos disparados a jalarnos sus entrañas. Me lo planteé el otro día, ¿por qué manchó mi pico de sangre día tras día? ¿Por qué esperó sobre los árboles a que algún ciervo muera? ¿Por qué sobrevuelo los cielos como un loco aguardando el fallecimiento de todo quisqui? Por mi padre. Él quería que siguiera su camino. Pero nunca pensó que yo no quisiera. Siempre estaba con el rollo de “sigue tu naturaleza” “somos buitres, debemos de comernos lo que los demás no quieren” “es el ciclo de la vida hijo”. Puag, ¡ni que fuéramos hienas! Y aquí estoy, fingiendo ser un asesino desalmado, mientras pienso en esas ensaladas macrobióticas con pipas y salsa de soja de las que tanto oigo hablar. ¿Si me comiera el estómago de un vegano contaría? Suspiro mientras meto mi pico dentro de un flamenco. Remuevo mi cabeza dentro de él, manchando mis plumas de una sangre rosada. Era tan bello. Ahora Gyps se está comiendo su p

La pedida

Imagen
- Se tomo demasiado enserio la canción de It’s raining men … ¡Para pedirle matrimonio no hacía falta tanta parafernalia! -    ¿Dónde dices que está ahora? -    En la UCI... Lo han tenido que bajar los bomberos. -    ¿Pero se ha roto algo? -    No. Ha tenido mucha suerte… Pero una vez estaba en el árbol, bailando y berreando, un grupo de ardillas le apalearon pensando que le iban a robar todas sus nueces. -    Vaya… ¿lo has grabado? - Si, ya tiene medio millón de visitas en YouTube. Espera, que te lo pongo. 

Aeropuerto

Y te esperaba con ansia, con ganas de volver a tocarte, de sentirte, de amarte. Y cuando llegaste sonreía, pero tu por mi lado pasaste, como si yo ya no te importara. Quedó claro todo, ahora ya solo podría soñarte, con el corazón roto y el alma en otra parte. 

Granada

Imagen
Una vez arrancado su corazón no pudo resistir en saborear su dulce sabor. El aroma a granada invadía la sala. Ahora estaba sola, pero sentía que su vida latía por primera vez. Turbada se quedó en silencio, sintiendo el bombeo de la sangre circulando entre sus manos. Un río rosado recorrió su espalda, empapando su vestido blanco. Solo podía escuchar sus gritos y como ella, sin piedad, le arrebató la vida. Los fantasmas deambulaban por la habitación, volviéndola loca de nuevo.    Fotografía de Josephine Cardin

Mujer(eres)

La niña Siguiendo órdenes. Siendo educada para ser una buena chica. Hace ballet, aunque no le gusta. Ella siempre quiso jugar al fútbol y tocar el saxo. Le gusta el color rosa y jugar con sus muñecas. Quiere tener un perro y muchos amigos. De mayor quiere ser científica, pero su papá no le deja. La joven - Vístete mejor. ¡No ves que vas enseñando demasiado! Luego te asombras si te dicen algo por la calle. ¡Fresca! Solo eres más que una fresca – grita su madre por enésima vez en el día. Estudia. Tiene un trabajo precario. Sus ideales son fuertes, nadie consigue que tiemblen. Esta enamorada de la vida. Quiere irse de casa pronto. La adulta En un mundo de hombres difícil es destacar en su trabajo. Si consigue un ascenso todo el mundo piensa, automáticamente, que algo ha pasado con el jefe. Le llaman señora. Le angustia la edad. Compra cremas que prometen resultados milagrosos. Bebe giseng y jengibre. Cuida su cuerpo, pero olvida su mente. Llega a casa cansada.

Momentos

Imagen
El invierno cubre tus cabellos, congelando esas ideas locas que viven en tu testa. Después llega la primavera, ocultando tus parpados con flores y envolviendo tu nariz con mil olores. El hastío verano se resbala por tu cuello, contoneándose como un vil felino. Y entonces me encuentro con el otoño, revistiendo tu abdomen de hojarasca y tu ser de dulces atardeceres.  Fotografia de: Christian Pereira Rogel - Concurso de microrelatos de Internacional Microcuentista (Abril)

Cacofonía

Imagen
Como un fantasma paseaba con su bello vestido rojo. La playa fue testigo de su vida y también su muerte. Como un espectro deambula con su antigua vestidura bermellón. En la radio se escuchan sus gritos, sus llantos y las pisadas de esos tacones blancos en la fría arena. El horizonte q ueda lejos. El camino aún por definir.  Micro inspirado en una fotografía  dada por Valencia Escribe

Desarrollo

Imagen
El mundo quedó convertido en una bola de fuego. Una mezcla de luces fulminó los ya secos árboles. Lo llamaban civilización, progreso. Preferimos acuñarlo como destrucción. El terror llego, nos pilló construyendo.  Fotografia de: Christian Pereira Rogel - Concurso de microrelatos de Internacional Microcuentista (marzo)

La fiesta del fuego

La primavera se esconde en las alcantarillas. El aire denso está sucio. Días de fuego manchan las nubes. La lluvia limpia el terreno. Una ciudad vibra bajo los gritos de las gentes borrachas de vida. La mecha acciona un estridente sonido. El humo danza en el firmamento. Los cañones disparan a los cirros. Partiendo sus esponjosos cuerpos en mil fragmentos. Las calles se llenan de lunáticos que bailan bajo las ocultas estrellas. El cielo se pinta de colores por las noches. Brillantes formas invaden el lugar de los astros. Todo huele a pólvora. Todo explota a cada paso. Estallan las risas, las ávidas palmadas, los amores vespertinos, las últimas lágrimas… La primavera recupera su sitio, alejándose de las entrañas de una ciudad que la reclama más que al sol de la mañana. La fiesta del fuego se convierte en un vago recuerdo para unas y en un ansiado deseo para otros. Llegó a su fin, cubriendo las calles de cenizas y algunos corazones de tormento.  Micro pub

Sentir

Imagen
Cruzábamos las calles veloces, nadie podía detenernos. Ni las luces de las altas farolas, ni los coches que atravesaban el asfalto con violencia. Nosotros queríamos sentir el frío, el viento, la adrenalina disparada. Pasamos de un estado al otro, rápido, centelleante. Cuando todo era luz, y luego, solo una mancha de sangre en la carretera. Fotografia de: Christian Pereira Rogel - Concurso de microrelatos de Internacional Microcuentista (febrero)

El dulce le mató

Siempre le gustó el chocolate, tanto, que un día él se embadurnó enterito y ella no dejó nada. ¡Ni los huesos! Su madre se enojó mucho, ya que siempre había querido hacer una sopa caliente con ese esqueleto que se le antojaba divino. 

Bon dia Casil

Tinc fred – balbuceja Casilda, dormitada. El cap li pega voltes i només recorda vagues imatges que li venen a la ment, com llums trastornadores, de la festa que s’hi va pegar eixa nit - ¡Mare de Déu!, almenys me’n vaig beure una ampolla de güisqui tot sola. Quina imatge li donaria a les meues amigues després de tant de temps sense vore-nos – diu decepcionada  la pobra Casilda. Sense obrir els ulls, badalla, alliberant un gran sospir, i de sobte, sent en la seua esquena com si li clavaren unes fortes mans, fent-li un dolor inaguantable. Un mareig l’atordeix encara més, i seguidament, un fàstic s’apodera del seu estómac, vomitant tot el que porta dins. Obri els ulls, per vore el contingut de la preocupant bossada i, es troba nua, en un carreró, amagada darrere d’uns contenidors. Davant d’ella i ha un xic, que li esta agafant dels muscles i la agita, intentat fer-li recobrar la consciència. El pànic s’apropia dels seus sentits i comença a tapar-se morta de vergonya. Plora desconsolad