Sentir
Cruzábamos
las calles veloces, nadie podía detenernos. Ni las luces de las altas farolas,
ni los coches que atravesaban el asfalto con violencia. Nosotros queríamos
sentir el frío, el viento, la adrenalina disparada. Pasamos de un estado al
otro, rápido, centelleante. Cuando todo era luz, y luego, solo una mancha de
sangre en la carretera.
Fotografia de: Christian Pereira Rogel - Concurso de microrelatos de Internacional Microcuentista (febrero)
Que forma de pasar de la euforia a la muerte...pero son cosas que pasan en la realidad ~~
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