(En)sueños
Explorando el deseo de habitar otras tierras, el
gato cogió su auto y partió al ritmo de la aventura. Asustado al principio,
quizás algo oxidado, pero finalmente brioso por comenzar su nueva vida.
-
¿Qué hace el
gato? - pregunta inquieta.
-
Soñar,
supongo – dice pasivo sin levantar la mirada del ordenador.
- Ójala todo
fuera tan sencillo – dice rascándole el abdomen al gato. Sus quimeras nunca se
cumplieron, se evaporaron como el agua que cuece la pasta en este mismo
instante y se esfumaron como el humo que tropieza con las aspas del ventilador.
-
¿Qué decías?
-
Nada –
esconde su cabeza junto a la del gato y besa con sus lágrimas su pelo azabache.
La vida no cambia si no lo deseas. Ella intenta sumergirse
en los sueños de otro sin querer ver los suyos.
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