Quiero

Y me llevan a ciegas a un mundo de placer. Ellas tienen el control, yo soy su presa. Quiero ser devorado por esas mujeres que no puedo ver. Quiero que me golpeen, me aten y me hagan temblar. Dicen que quien entra en esta sala, nunca vuelve a ser el mismo. No me importa, hace tiempo que solo puedo soñar con este momento, con ese lugar. Siento la fría vara metálica rozándome la cara. Comienza la acción. Ardo de deseo.
Microrelato para los Viernes Creativos de Escribe Fino. Fotografía de Frédéric Fontenoy 

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