Último show

Es mi último show. Hoy entierro a mi yo normativo, Josep, ya que Soledad no quiere volver a esconderse en armarios de prejuicios y mentiras. No me arrepiento de nada. Soledad me ha hecho volver a vivir, ser feliz, sentirme bien conmigo misma. Josep solo me mostraba una y otra vez que era alguien equivocado, en una familia equivocada, en un trabajo equivocado, en un cuerpo que no me pertenecía. Ahora me miro en el espejo, con el pelo largo canoso cayendo sobre mis hombros y una sonrisa tan llena de carmín rojo que podría levantar a Elvis de la tumba. Me he puesto el vestido de flores que me regaló mi nieto Javi. Es el único que lo sabe y el único que podía entenderme durante toda mi transición. Javi nunca me miró como un viejo chocho de 70 años que empezó a vestirse de mujer a los 50, no, él tuvo la comprensión que tanto busqué en otras personas pero que nunca pude recibir. Hoy voy a quitarles la venda de los ojos a muchos y enseñarme tal y como soy. Carla, una de mis carcas hermanas, hace una fiesta de chicas. Su hija Clara ha tenido su primer período y van a celebrarlo. Nunca entendí muy bien por qué se debe hacer una fiesta por eso, pero me parece el momento oportuno de aparecer como soy realmente. Un grupo de chicas biológicas y una chica trans. Javi me espera con su moto bajo casa. Escucho el tamboreo de su motor, apaciguado por mi corazón que late asustado y nervioso. Cojo el bolso y me miro en el espejo. Estoy radiante. ¡Vamos a celebrarlo! 

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