La repulsa

Las cuatro hermanas, de piel blanquecina y cuerpos delgados, habitaban en los bosques de Nueva Escocia. Algunas pensaban que eran vampiresas que salían a la luz de la luna, otras fantasmas que caminaban en las sombras pegajosas. Contaban mil patrañas sobre ellas. Qué si brujas, qué si ladronas, que sí monstruos del estanque… siempre con sed de muerte y destrucción. Nadie pudo ver la realidad. Mujeres que se habían alejado de una sociedad que las culpaba, victimizaba, atacaba por el simple hecho de haber nacido hembras. Los ciudadanos preferían tejer complicadas falacias, crear el miedo y la tensión, mientras sembraban el odio con cada una de sus palabras dañinas. Y es por eso que decidieron marchar y vivir en las profundidades, esconderse en los montes, caminar por los valles y bañar sus cuerpos en los ríos que desdibujaban sus figuras y su historia.

 Fotografía de Tim Walker

Comentarios

Entradas populares de este blog

¿Qué hace un bolchevique cuando se zambulle en el Mar Rojo?

Chicago en llamas

Ensoñación (anti)capitalista